Esta golosina vale a la hora del deseo de algo dulce, satisface esa necesidad sin alterar en demasía nuestro organismo. Ideal para acompañar una mesa dulce de un evento y también para deleitar a los pequeños en esos festivos cumpleaños infantiles. Mi propuesta es recurrir a un dulce sin lactosa, ni caseína y aprovechar los nutrientes de otro tipo de alimentos, que difieren de los lácteos. Por ejemplo un dulce de castañas, un dulce de soja no transgénico o un dulce de fruta, tipo membrillo.

PROCEDIMIENTO

Para la masa, integrar el azúcar mascabo con el ghee, aromatizar con extracto de vainilla y ralladura de limón, sumar el huevo, las yemas, batir y finalmente agregar los polvos (harina, fécula, sal y polvo de hornear) previamente mezclados. Tomar la masa sin amasar y enfriar. Estirar la masa con palote a 5 mm y cortar tapitas circulares. Disponerlas en una placa aceitada y enfriada. Hornear a 180ºC 10 minutos. Una vez que estén frías las tapitas, rellenarlas con el dulce de leche de soja, armar los alfajorcitos y hacerlos girar sobre coco rallado.