Le doy ese nombre al plato porque en mi casa, sale caliente para los fuertes inviernos, tibio para las estaciones medias y frío para los meses de verano. Y acompano al arroz yamaní con vegetales de estación, que siempre son más sabrosos y económicos. El toque final... el gomasio, una sal de sésamo infaltable en la alacena de todo hogar.

PROCEDIMIENTO (2 porciones)

Lavar bajo el grifo el arroz y llevarlo a cocción con 5 partes de agua. Usar tapa los primero minutos y luego desplazarla un poco para evitar el desborde. Mientras tanto desgranar el choclo, pelar y cortar la zanahoria en pequeños cubos y picar el pimiento. Pasados 15 minutos de hervor del arroz; sumar las arvejas, la zanahoria y los granos de choclo. Continuar la cocción 10 minutos más y colar. En caso de preparar el plato frío, cortar la cocción bajo el agua del grifo. Agregar el pimiento picadito, la sal, la pimienta y un poco de aceite de girasol. Mezclar y presentarlo en un lindo plato esparciendo por encima el gomasio.

Para el gomasio, llevar una sartén a fuego bajo y agregar las semillas de sésamo, cocinarlas a penas unos minutos y en cuanto comiencen a chispear, retirar del calor y machacar con mortero o procesar un toque con minipimer para abrir las semillas y así mejorar la digestión y la absorción de nutrientes. Sumar la sal, mezclar y conservar en un frasco limpio y seco a temperatura ambiente por varias semanas. 

El gomasio resalta todo tipo de platos, desde pastas y arroces pasando por sopas y ensaladas, entre otros.